jueves, 28 de febrero de 2013

Proyecto “Usted está aquí” – Km 2,54



Km 2,54 - Conde 200, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Tenía las zapatillas sucias. Viejas. La cara brillante, los ojos pintados, la sonrisa puesta, la blusa, el collar. Pero las zapatillas no. Un agujero en el costado. Un cordón más corto que el otro. ¿No se daba cuenta que había un sorete justo al lado de su pie? En cualquier momento lo pisaba. Mucha risita y voz coqueta pero iba a volver a su casa sucia. Oliendo a mierda de perro. En la cuadra del colegio siempre había caca. Algunas personas la levantaban en una bolsita. Esperaban que saliera y la levantaban rápido antes de que se enfriara. Porque la caca es caliente. Cuando sale, después no. Se enfría. ¿A dónde se llevarían la caca? ¿La coleccionaban? La mochila me pesaba, y la señora no dejaba de preguntarle cosas con su micrófono a mi papá, que contestaba feliz. ¿Por qué los grandes festejan tanto el primer día de clases? Entonces la periodista me habló. O sea, no me habló a mí, que estaba más cerca de sus zapatillas viejas que de su cara bonita. Pero me di cuenta que sí era a mí cuando me puso el micrófono frente a la boca. Las pestañas largas. Parpadeo tenso. Papá sonrisa de extraño. Esperaban una respuesta. Algo del colegio supuse.
-- Me gusta aprender.
Sonrisa roja, palmada paterna.
-- ¿Qué te gustaría aprender este año?
-- Cosas de los perros—dije.
Risas tensas.
-- ¿Qué cosas, por ejemplo?
-- Cosas. No sé. Cosas que no sé.
-- ¿Te gustaría ser veterinario?
-- No, me gustaría saber por qué la caca cuando sale está caliente.
Tosecita amenazante paterna. Temblequeo nervioso de la mano que esgrimía el micrófono. Se me escapó. A veces las cosas salen de la boca sin pensar, como un eructo. A mí no me gustan las periodistas. No me gusta el colegio. Me gustan los perros que andan por ahí cagando tranquilos sin que nadie los moleste. ¿Qué hay de malo con la caca? La zapatilla vieja trastabilló y buscando equilibrio se asentó sobre el sorete que la esperaba.
Bibiana Ricciardi