Día 337 (30.8.12) - Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

El emperador y los maestros
de Bibiana Ricciardi

   Había una vez un rey sin capa, ni corona. Desnudo como cuando llegó al mundo --Sabemos que no vino solo, pero quién lo trajo a esta parte del planeta, no es asunto de este relato sino de otro--. La cuestión es que el hombre estaba desnudo porque había pretendido vestir el traje más exclusivo que alguien existiera, pero como tal ambición excedía sus propias posibilidades, sus asesores lo convencieron de que portara ese único espécimen, que sólo podían ver las mentes brillantes. El resultado del experimento es igual al del cuento infantil.  El monarca anda desnudo porque no se atreve a reconocer que es incapaz de ver el atuendo. Pero, a diferencia del de Andersen, en este otro cuento, quienes se atreven a señalar la impudicia imperial no son los niños sino sus docentes. El emperador ofendido los mandó a apresar y los niños ahora ya no tienen que estudiar.

Inspirado en: http://www.lanacion.com.ar/1503771-hay-una-aberracion-que-no-se-puede-permitir-insistio-bullrich-sobre-la-parodia

Día 336 (29.8.12) - Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

El sacrificio
de Bibiana Ricciardi

    Esa mañana tampoco se levantó. Ernestina prendió el fogón, volcó algo de agua en la olla, la arrimó con cuidado al fuego. El pulso le temblaba, no quería derramar. El arroyo estaba cada vez más lejos.  Por eso tomaba poco. Té sólo para la hermana mayor. Aunque hacía unos días que dejaba casi todo. O todo. Como si por fin hubiera notado su sacrificio. No era fácil a su edad desarrollar todas las tareas de la casa. No se quejaba, pero le hubiera venido bien una ayuda. Josefa siempre tirada en el sillón, haciendo valer los derechos que le otorgaba su pensión por viudez. Con la plata de una vivían dos. El agua comenzaba a hervir cuando escuchó los golpes. Dos oficiales entraron a la vivienda sin pedirle permiso. Se cubrían las caras con sus pañuelos. Estaban enojados.
-- ¿Doña, usted no ve que su hermana está muerta en el sillón?

Inspirado en: http://www.clarin.com/sociedad/ancianas-convivieron-dias-hermana-muerta_0_764323739.html

Día 336 (28.8.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

Gallinero

de Bibiana Ricciardi

                -- Cierre el boliche, Mirta.

                El hombre había entrado corriendo al único negocio de apuestas de la pequeña localidad. El día anterior había dejado de ser el millonario. Otro vecino había ganado otro billete de lotería. El jugador víctima de la suerte. De la misma que antes lo beneficiara. La repentina notoriedad que le diera el premio, le había durado menos que un suspiro. Parecía imposible que otro santeño también acertara.  ¿Cuántas posibilidades había de que la fortuna se fijara dos veces en el mismo pueblo, en menos de un mes? Cuanto más lo pensaba más se aseguraba de que había gato encerrada.  La vieja Mirta no podía ser inocente. Muy tranquila sentada sobre la gallina de los huevos de oro. Entonces se le ocurrió la solución. Tomo aire y le soltó:

                -- Le  compro el negocio.

                -- Lo siento –contestó la mujer compungida-- acabo de vendérselo al otro ganador.

Inspirado en: http://www.infobae.com/notas/667190-Palo-Santo-el-pueblo-que-gano-8-millones-de-pesos-en-juegos-de-azar.html

Día 335 (27.8.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

Miradas

de Bibiana Ricciardi

                Cuando Esteban le pidió amistad en Facebook, Mariana no dudó en aceptarlo. Podía recordar sus ojazos soñadores como si los estuviera viendo. La señorita Liliana los había sentado juntos en cuarto grado. Festejó su suerte en silencio. Le hubiera sido difícil acercarse al chico sin esa ayuda externa. Era el goleador. El más divertido, el más canchero. Era único. Sin embargo, la cercanía geográfica que proponía el mapa escolar, no le alcanzó para conquistarlo. Ni siquiera para lograr su atención. El chico ni la miraba. Un poste. Como si no estuviera.   Ahora la vida le ofrecía una revancha. La crisálida había devenido en mariposa. Sin anteojos, sin brackets. Tomaron un café. Los ojos de Esteban ya no soñaban, medían. Por lo menos la veía. Mariana entornó lo suyos, se dejó mirar. El hombre le ordenó que los abriera y la siguiera. Mariana obedeció. Nunca más se la volvió a ver.

Inspirado en: http://www.infobae.com/notas/667068-Una-mujer-estuvo-20-dias-secuestrada-por-un-ex-companero-de-la-primaria.html

Día 334 (26.8.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

 

Queridas, me voy a comprar cigarrillos

de Bibiana Ricciardi

                Firmé y salí a dar una vuelta. Las dejé festejando solas. Se salieron con la suya. La mujer tiene eso, te va envolviendo con su telaraña, y no te das cuenta hasta que ya estás preso. Encadenado. Y si son dos, peor. Doble tejido. Justo yo. El más piola de todos. Paré en el kiosco de Estela, compré cigarrillos y ni le miré el escote. Estas minas me transformaron por completo. Una piltrafa. En la esquina de la avenida me paré, pedí fuego a un barbudo que pasaba y traté de ordenar mi cabeza. ¿Las amaba? Si me escucharan los pibes del barrio. Amor. Qué las voy a amar. Yo acepté porque nunca imaginé que nos darían permiso. Tiempos modernos. A qué juez se le ocurre autorizar el casamiento de un trío. Sólo a mí me pasa. Entonces tiré el pucho y paré un taxi:

                -- Al aeropuerto, por favor.

Inspirado en: http://www.clarin.com/mundo/Reconocen-amantes-union-poliafectiva-legal_0_762523982.html

Día 333 (25.8.12) - Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

Alunizaje
de Bibiana Ricciardi

     El tema se había resuelto entre gallos y medianoche. A la superpoblación de la zona se sumaba la creciente mortandad terrestre. Las personas caían como moscas. Guerras, catástrofes, hambre, pestes. Los muertos llegaban de a miles y pronto no hubo donde poner ni un alfiler más. Aterrizaban en los anillos del planeta y se iban acomodando de acuerdo a su voluntad. Nadie regía su comportamiento. Quién querría estar en contacto con seres tan decepcionados de la vida como de la muerte. "¿Esto es todo?", preguntaba el recién llegado. Todo. No infierno, no cielo. Nada. Polvo celestial. Ante tanta desorganización fue natural que no se previera una solución alternativa. Un funcionario iluminado creyó que la luna podía ser un buen lugar. Y así fue como el 24 de agosto de 2012 llegó la primer alma a la luna. Era un tal Neil Armstrong que al llegar elevó una plegaria de agradecimiento.

Inspirado en: http://www.perfil.com/contenidos/2012/08/25/noticia_0018.html

Día 332 (24.8.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

Música para tus oídos

de Bibiana Ricciardi

                La ropa, en el ropero. El agua, dentro de su propio cauce. El árbol, en el bosque. La música…  El orden se complica. Soy de esas personas que necesitan verificar la ubicación de los objetos antes de trasponer la puerta de casa. Lo dicen los noticieros: Un perro trepando un árbol, un balcón en el patio, un taxi en las nubes, un tren subacuático. Son tiempos difíciles. Debemos colaborar entre todos para combatir la fuerza del caos. Mi propuesta es que confeccionemos una lista detallada de referencia para las futuras generaciones.  Y que todo aquello que no se pueda ordenar se prohíba. De nosotros depende la supervivencia de la especie. Sugiero comenzar eliminando la música. Es un abstracto complicado de asir. He pensado dejarla dentro de los instrumentos, o de las cajas de los parlantes, o de los agujeros de los auriculares, pero debo confesar que han sido intentos infructuosos.

Inspirado en: http://www.lanacion.com.ar/1502133-quieren-prohibir-escuchar-musica-sin-auriculares-en-los-colectivos-de-la-ciudad

Día 331 (24.8.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)

Sapos

de Bibiana Ricciardi

El hombre era un estereotipo.  Exudaba mucho de lo que debía ser. Una especie de estereotipo tramposo. Algo debía esconder. Antonio sospechaba de sí mismo cada vez que se veía reflejado en el espejo. La fisura estaba ahí, evidente. Y entraba agua a borbotones. Aunque intentara emparcharla. Taparla con un dedo. Rajadura con bifurcaciones. Grieta que avanzaba en cientos. Ramificación. Metástasis. ¿Qué fue primero? El tumor se formaba de tanto tragar sapos. Uno detrás de otro. Si pudiera meterse los dedos en la boca y vomitarlos a todos juntos, capaz que se curaba. Cuánto me queda. Oyó la pregunta como si la hubiera formulado otro. Su oncólogo le palmeó el hombro. No se molestó en montarle un número. Para qué. Después de todo eran colegas. Pero del otro lado del mostrador era todo tan distinto. Tener un plazo aliviaría. Por lo menos podría intentar desarmar algo de su propia maqueta.

Inspirado en: http://www.lanacion.com.ar/1501438-cormillot-no-sabia-como-comunicar-que-tenia-cancer