viernes, 27 de enero de 2012

Día 123 (27/1/12) Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)



Adjetivo calificativo
de Bibiana Ricciardi

Hay huesos que descansan en paz y otros que están signados a revolverse en la tumba por siempre. Son íconos que cualquier hijo de buen vecino esgrime sin mayor tino que el de una batata. ¿Qué tino tiene el tubérculo? Ninguno, por eso la comparación. Fantasmas de un solo nombre que no necesitan presentación. Se meten por la ventana de la cocina e interrumpen un desayuno. Instalan sus presencias humeantes, habitan en los discursos de los ignorantes, que cubren sus propias falencias cognitivas con el sello plastificado del espíritu de turno.
Al maléfico Hitler, por ejemplo, la historia lo castigó a escucharse citado como referencia obligada de cualquier actitud en extremo sectaria o violenta. El cadáver se retuerce en su maldita tumba sin poder descansar ni un segundo. Su nombre es hoy adjetivo que califica más fácil, sin necesidad de mayor elaboración de conceptos.
Tal cómo él mismo lo hubiera deseado.

Inspirado en: Clarin (27/1/12) – Política “El gobernador de San Juan comparó a los ecologistas con Hitler”