domingo, 23 de febrero de 2014

Doscientas palabras diarias

Día 53
Domingo 23-2-14

Cacería


-- ¿Usted la ama?
Pregunta retórica. Si no la amara no estaría allí, en medio de la selva. No hubiera cruzado el planeta en un avión de pasajeros, clase turista. La austeridad de la empresa al parecer formaba parte del tratamiento. El último tiempo había aprendido que el dinero no compraba la salud, ni la alquilaba por un tiempo siquiera. Cuando su mujer se enfermó se prometió curarla a cualquier precio, pero no había precio. El tiempo se iba más rápido que el dinero, la enfermedad avanzaba sin control. Una de las enfermeras le mencionó la cura milagrosa. Había montado una clínica de alta complejidad en un ala de su mansión. Los mejores especialistas hacían guardia las veinticuatro horas, pero Adela desmejoraba visiblemente. Había vuelto a fumar. Esa noche apagó el cigarrillo con el taco de su bota y al levantar la vista la vio allí, misteriosa. Le habló de una red de cazadores de rinocerontes. El polvo de cuerno de rinoceronte era milagroso pero debía ser cortado por la persona más cercana al enfermo en cuestión.
-- Más que a mi vida.
Quiso contestarle al cazador, pero el cuerno del animal le atravesó el estómago antes de que terminara la frase.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/02/140207_cuerno_de_rinoceronte_finde.shtml