martes, 2 de agosto de 2011

Herencia

El viento aliviaba la siesta y aturdía mis oídos. Junto a la ventana acunaba suave a mi bebé, mientras imaginaba todo lo que haría en cuanto se durmiera. La cortina ondeó, una ráfaga de luz se depositó en su carita. Entonces emergió desde el fondo de sus entrañas, clara y precisa, la misma sonrisa que tantas veces ví brillar e la boca de mi apropiador.

Bibiana Ricciardi
(Mini cuento elegido para integrar la programación de Teatro X la Identidad)