martes, 31 de julio de 2012

Día 308 (31.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Cuestión de peso
de Bibiana Ricciardi

                -- Te lo voy a decir de este modo: mi vida está en tus manos.
                Arnaldo sacudió a cabeza consternado. No era un latin lover. De hecho no hubiera podido experimentar sus primeros encuentros sexuales, sin la billetera abultada de su padre. La misma que le había garantizado después la posibilidad de ir rapiñando una novia aquí y otra más allá. Cuando conoció a Carla se acercó convencido de que una mujer con tamaño volumen corporal no sería tan exigente. Sin embargo, Carla fue su perdición. Su apetito era voraz en todos los sentidos. Siempre argumentando aquello de la pérdida de peso. Pero jamás llegaría a bajar porque desarrollaba ambas actividades en paralelo con idéntica dedicación.  
                -- Me estoy consumiendo, amor mío. Teneme paciencia. —suplicó
                -- No me puedo dar el lujo de ser paciente.
                Arnaldo tragó su pastilla y se dejó hacer. Su humanidad se reducía a ojos vistas.

Inspirado en: http://cnnespanol.cnn.com /la-mujer-mas-pesada-del-mundo-pierde-45-kilos-gracias-al-sexo/

lunes, 30 de julio de 2012

Día 307 (30.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Puro hueso
de Bibiana Ricciardi

                Me preguntaron si olía. Cómo no va a oler. Los muertos huelen. Piensan que soy idiota.
                -- Claro que olía. Un olor fuerte, penetrante. Se te mete entre los poros y enferma tus huesos. Por eso yo pagué lo mío con la artrosis. No ve que ni la mano puedo abrir. Son los huesos hablando entre ellos. Idioma de huesos, que son lo único que queda. La carne por suerte se pudre todita. Mejor, para lo que sirve.
                Me dijeron que cómo hacía para convivir con un cadáver. Cómo no voy a vivir con mi marido muerto.
-- Más difícil era de vivo. Cincuenta y siete años lo tuve que aguantar. Me agarraba de acá, de allá. Metía su nariz en mi comida, su cosa en mi barriga. Ahora por lo menos está quietito.
                Me dijeron que iría presa.
                -- Vénganme a buscar si quieren porque yo ni moverme puedo.

Día 306 (29.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Síndrome de abstinencia
de Bibiana Ricciardi

                El agua golpeaba fuerte en su cabeza. Ducha reparadora, miles de gotitas horadando su maltrecho cerebro. El esfuerzo era inversamente proporcional a su sueldo. Había que mantener contento al cliente, atenderlo rápido. No podían tolerar que nada se interpusiera entre ellos y sus hamburguesas. Hubieran preferido una transfusión directa de grasa a sangre, incluso. Parados frente a la caja aguardaban su pedido con la vista perdida, como adictos en recuperación, sin que les importe llenarse de ese olor tan penetrante, que no lograba sacarse del pelo ni con doble champú. Inmundos. Todos con la misma cara. Por eso no se alteró cuando la mujer se desplomó frente a sus ojos. Siempre supo que alguna vez no lograría llegar a tiempo antes de que su cliente desfallezca por abstinencia. Por eso corrió el cadáver a un costado, y continuó, evitando así la muerte del resto de los clientes de la fila.

sábado, 28 de julio de 2012

Día 305 (28.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Babilonia
de Bibiana Ricciardi

La persiana baja pero la puerta abierta. La vecina agacho la cabeza y entró sorprendida.
-- ¿Se puede?
Pregunta retórica, nadie pedía permiso en lo del chino. Bastante los aguantaban, con los sucios que son. Apagan las heladeras de noche. Sólo envasados. O vinos, los tienen baratos. Ni impuestos pagan. Uno que es de acá, en cambio, si quiere poner un súper... Y ahora encima se les da por bajar la cortina los domingos.
-- ¿Qué pasa?
El peruano que atiende la verdulería suele ser el traductor de los habitué, por eso los clientes le hablan a él como si fuera el dueño.
-- Liu, el hijo. Parece que ganó en las Olimpíadas. Estamos de festejo.
-- ¿Estamos? ¿Quién? ¿Vos que sos peruano, o este que es chino?
-- Usté, porque el Song está nacionalizado argentino. Parece que es la única medalla de oro que ganaron los argentinos en Londres.

Inspirado en: http://www.infobae.com/notas/661630-Liu-Song-triunfo-en-su-debut-en-Tenis-de-mesa.html

viernes, 27 de julio de 2012

Día 304 (27.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Publicidad subliminal
de Bibiana Ricciardi

                Producir cine era cada vez más costoso, y la venta de entradas había disminuido considerablemente. Algunos culparon a la piratería que permitía el visionado gratuito de películas. Pero los estudios demostraron que había incluso una merma del consumo hogareño. Al parecer la gente estaba perdiendo el deseo por los productos ficcionales, que no podían competir con la riqueza semántica proporcionada por la propia realidad. Toda la vasta industria del entretenimiento estaba en riesgo de extinción. Entonces fue cuando se impuso esta medida extrema. El concepto era simple: intervenir la realidad con sucesos de la ficción. Una publicidad subliminal más, nadie podría asustarse por ello. Algunas veces salía bien, como el caso del animal mutante en New York que remitía al mito del hombre araña. Otras la iniciativa se les iba de las manos, como en el triste suceso de la masacre de Denver, diseñada por el equipo publicitario de Batman.



jueves, 26 de julio de 2012

Día 304 (26.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Mundo exterior
de Bibiana Ricciardi

                Abrió la cama y enfrentó el frío invernal. Había extendido el remoloneo por demás pero como premio tenía la frase más perfecta de todas. Casi la tenía. Sólo debía pulir algunas letras para dejarla en ciento cuarenta caracteres. Le estaban sobrando algunas eses. Tal vez si la llevara al singular… De camino al baño prendió la computadora. Orinó sentado para pensar mejor. Prendió la cafetera sin lavarse las manos. Estaba retrasado. Con un oído siguió el sonido de la tostadora, y con el otro el del inicio de su notebook. Las tres máquinas cantaron al unísono. Esteban olvidó el café, agarró al vuelo la tostada y se lanzó sobre el teclado. Tipeó disfrutando por anticipado la lluvia de retuits, pero justo entonces se cayó el sistema.  Se asomó a la ventana, el parque enfrente solía relajarlo. Pero entonces descubrió que una torre tapaba por completo la vista de su balcón.

Día 303 (25.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Próceres
de Bibiana Ricciardi

En el parnaso de los héroes hay de todo. Están los que son de pura cepa, y también aquellos que se metieron de prepo. Acá no hay portero. No es como en el cielo que San Pedro te dice vos si, vos no, vos volvé pasado mañana. Acá no. ¿Quién puede ser el más prócer de todos? Peor aún, ¿Quién tendría el tupé de designar a aquel que merezca elegir entre sus pares, a uno capaz de discernir sobre el ingreso con dignidad? Nadie. Imposible. Por eso, como les decía, acá vivimos sabiendo que el vecino tal vez sea un advenedizo. O, que el de enfrente tal vez sospeche que uno mismo lo sea.  Por eso los actos en la tierra son tan útiles aquí arriba. Y esa es la razón por la cual Evita está furiosa con la idea de ocupar el mismo billete que antes  hospedara a Roca.  

martes, 24 de julio de 2012

Día 302 (24.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Retiro
de Bibiana Ricciardi

                Hacía tiempo que venía trabajando fuera de hora. Al principio, cuando la situación comenzaba a perfilarse, creyó que era una ocasión única. Imaginó una victoria tal vez mayor a la del descubrimiento de la bomba nuclear  -- hallazgo en el que él también había colaborado--, y destapó el mejor de los licores para brindar en la soledad de su reino. Con la primera luz del día comenzó a trabajar a destajo. La ecuación era fácil: las armas las carga el Diablo y las descargan los boludos. El pondría su parte, ellos la suya. La compra de armas se disparó como reguero de pólvora. Y en la misma proporción se multiplicó su esfuerzo. Los hombres descargaban sus armas con tal rapidez que el pobre Diablo estaba agotado. Entonces, con la astucia que la vejez le confería, resolvió que había llegado la hora del retiro, con el placer del deber cumplido.

lunes, 23 de julio de 2012

Día 301 (23.7.12)


Ojos que no ven
de Bibiana Ricciardi

La isla está inspirada en la de Lebos, pero al revés. O no, depende cómo se mire. En la mítica había solo mujeres, en la Venusita también, pero está permitida la visita de hombres, por supuesto. Al parecer  suele haber más varones que hembras. Parece mentira. Un hervidero.  Aunque ninguno puede pernoctar allí. Cerca del atardecer caen al embarcadero del Delta decenas de embarcaciones de distintos tamaños, con pasajeros apurados por descargar rápido sus fluidos, y así regresar pronto al calor de sus hogares. Cada ciudad resuelve la cuestión de acuerdo a sus propias facilidades geográficas. El que tiene agua (y por consiguiente una isla cerca), envía a sus prostitutas a alguna agradable, no hay porqué recluirlas en lugares sórdidos. Y el que no, lo hace en parajes cercanos. Lo importante de la medida es que ha logrado limpiar a todas las ciudades del país del flagelo de la prostitución.

Día 300 (22.7.12) - Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Concierto final
de Bibiana Ricciardi

El chasquido que producía era tan bello que lo inspiró. Cada arma tenía su propio sonido, como la voz humana. Una inflexión suave, titubeante. Había estudiado música desde pequeño, sabía distinguir la particularidad de cada sonido, y combinarlos de modo asombroso. Si hubiera querido podría haber llegado lejos, pero prefirió quedarse en su tierra, un pequeño poblado del gran país del norte. Se sabe, nadie es profeta en su tierra, y el hombre tuvo que resignarse a un sueldito como profesor de música de la escuela secundaria. Un motivo poderoso lo ataba a ese polvoriento destino, la colección de armas heredada de su padre. Pero entonces tuvo esa idea genial: podía unir sus dos pasiones. El día de la masacre grabó hasta el último alarido. Un director de orquesta no lo hubiera hecho mejor. Su obra maestra permanece primera en ventas, aunque nunca podrá volver a ser ejecutada en vivo.

Inspirado en: http://www.clarin.com/estados_unidos/regalo-preferido-ultima-Navidad-EEUU_0_741526023.html

sábado, 21 de julio de 2012

Día 299 (21.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)



Piel y hueso
de Bibiana Ricciardi
De chiquito era flaquito. No había modo de que comiera. Si lo habré perseguido con  la cuchara. Después dicen que eso no se debe haber. Los médicos sabrán de lo suyo pero de alimentos…  Yo le hacía banana con crema y dulce de leche. Era lo único que me comía. A la mañana, al mediodía, merienda y cena. Por lo menos comía. Despacito, como sin querer, escupiendo todo para afuera, pero lo metía. Había que tenerle paciencia. En esa época dejé de trabajar. Si no lo hubiera hecho andá a saber cómo estaría ahora pobrecito. Porque en la guardería no le insistían, les daba lo mismo. Y mi nene estaba piel y hueso.  Me costó la decisión. Tenía un muy buen puesto. Pero valió la pena. MIrámelo ahora, un derroche de salud. No hay nadie que coma más que él. Eso te lo aseguro. Diez añitos, setenta y ocho kilos.

Día 298 (20.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Mímesis
de Bibiana Ricciardi

                Primero se prohibieron las películas de acción. Había un criterio basado en las muertes que exhibía un filme. El número de asesinatos y atentados se multiplicaba a un ritmo tal, que la raza humana podría extinguirse. Durante toda una década los índices poblacionales disminuyeron a una velocidad sorprendente. Los especialistas concluyeron que este tipo de producciones fílmicas eran las desencadenantes de semejante ola de violencia mundial. Sin embargo, la situación no cambió. Los hombres ya no veían thrillers, pero la escalada violenta continuó incrementándose. Entonces las autoridades de las Naciones Unidas se vieron obligadas a tomar una decisión que nadie deseaba: se prohibió cualquier forma de ficción.  Los científicos demostraron fehacientemente que la representación es previa a la presentación. O sea, que la mímesis es previa al original. Un descubrimiento que salvó a la humanidad con un remedio tan simple como la prohibición absoluta de cualquier forma de consumo artístico.

jueves, 19 de julio de 2012

Día 297 (19.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Espejito, espejito
de Bibiana Ricciardi

                Armando supo que su idea era brillante desde el instante en el que se le ocurrió. Había acompañada a su esposa a comprarse un vestido. Una vendedora muy amable les ofreció una variedad de la que ambos eligieron tres modelos. Su mujer entró al vestidor del local, y se probó el primero, pero no quiso ni probarse el segundo porque sostuvo que el espejo del probador distorsionaba su imagen. Armando sabía que jamás se debe contradecir a una mujer cuando habla de su propio cuerpo, pero no logró distinguir ninguna diferencia entre la imagen reflejada y la original. Entonces se le ocurrió el invento. Agotado de recorrer shopping tras shopping imaginó la maravilla de un espejo que muestre sólo la realidad soñada. Su esposa y él son ahora millonarios, pero ella nunca supo el verdadero origen de la fortuna. Armando prefirió dejar que siguiera creyendo que tenía un cuerpo perfecto.

Inspirado en: http://www.lanacion.com.ar/1491673-promueven-un-ley-para-que-las-fotos-retocadas-por-photoshop-lleven-una-acalaracion

miércoles, 18 de julio de 2012

Día 296 (18.7.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Gesto
de Bibiana Ricciardi

                “Nudo corredizo”, anotó en el buscador. El padre le había regalado la computadora para su cumpleaños. Decía que era mejor eso antes que una fiesta de quince, que se evapora en una noche. Los bienes quedan. Era importante atesorar. Solía sentenciar frases importantes. Sofía asintió, no valía de nada disentir. Ya le demostraría con hechos, no con palabras. Le aparecieron ciento veintinueve mil respuestas. Hablaban de nudos para pesca. ¿Servirían? La mecánica debería ser la misma, si la soga era gruesa podría sostener el peso. Debía haber alguna en el último cajón de la cocina. La familia guardaba todo tipo de cosas allí, un lugar para lo inclasificable. Era de madrugada. Revolvió con cuidado. Había dos, tomó la más larga. Estaban también las velas usadas de su torta, el uno y el cinco. Se las puso en el bolsillo, el padre sabría interpretar el mensaje cuando encontrara su cuerpo colgando.