Último
de
Bibiana Ricciardi
El
último día amaneció soleado. Primavera inestable, pronto se nubló. Intentó
recordar el estado meteorológico de aquella primera vez, un año atrás. ¿Un año?
Trescientos sesenta y cinco días. Mucho, poquito, nada. Te quiero mucho,
poquita, nada. Demasiado ¿Cuánto? Cincuenta y cuatro mil setecientas cincuenta
palabras. Por lo menos tenía una dimensión. Había encontrado una manera de asir
al tiempo, de atraparlo con palabras, de apresarlo. ¿Palabras? Conjuntos de
letras. ¿Cuántas? ¿Cuántas letras? Podría contarlas antes de que se las llevara
el viento. Septiembre estaba tan ventoso como el año anterior, y se sabe lo que
le pasa a las palabras sueltas al viento. Tal vez si hubiera comenzado a largarlas durante
noviembre, o en mayo. Septiembre. Había vuelto al punto de partida. Dejó de lado el clima, y se dispuso para el
final. Creyó que podía contar el tiempo. Ingenua Sherezade, la arena se le
escapó entre los dedos.
Inspirado
en: http://servicios.lanacion.com.ar/informacion-general/pronostico/