Revolucionaria
de Bibiana Ricciardi
Jane no se llama Jane. El suyo es un nombre en
clave. Ahora tiene ochenta y seis años pero se convirtió en Jane a los veintidós,
cuando comprendió que dada la progresión
histórica, cuando llegara a la vejez, los ancianos serían un problema. Una
amenaza mundial. La población envejecía a pasos agigantados. La esperanza de
vida se prolongaba, y el control natal completaba la ecuación. En su país
estaba prohibido tener más de un hijo. ¿Quién cuidaría a los viejos? Nadie. Ni
el más generoso de los jóvenes del futuro querría cuidar a miles de abuelos
ajenos, mano de obra improductiva en un país gigante. Entonces Jane comenzó su
revolución. Silenciosa, pequeña pero innovadora, y hasta placentera. Una
revolución unipersonal. Bastaba con una persona para salvar al mundo. Es así
como hoy, a fines del siglo XXI, Jane tiene ciento veintidós bisnietos y
treinta y tres nietos dispuestos a cuidarla.
Inspirado en: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120924_china_envejecimiento_poblacion_il.shtml