Viento
de
Bibiana Ricciardi
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¿Abortaste?
El
viento frío se colaba por los intersticios de las maderas mal clavadas. El
pueblo bailaba al son del viento. Cuando soplaba desde la montaña, peor. Se
metía por las orejas, te quitaba las ganas de respirar. Te dejaba seco,
desganado. Vacío. Hicieras lo que hicieras igual se lo iba a llevar el viento. Sin
embargo, la población sureña crecía a un ritmo sorprendente, como si el viento
trajera también a los niños. Criaturas que se amontonaban a la espera del turno
de engendrar o de parir, según indicara la madre naturaleza.
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No, señora, no.
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¿Agujas? Mirá que todavía lo tenés adentro.
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Sáquemelo, señora. Yo no lo quiero.
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Que te lo voy a sacar. Un desastre te hiciste. Seguro que te nace medio bobo.
Resignada
la niña mujer cubrió su vagina con los trapos sucios que le atajaban la sangre,
y remontó el viento en dirección a su hogar.
Inspirado
en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-204177-2012-09-25.html