Final
de
Bibiana Ricciardi
La
mujer sonreía grande con su boca desdentada. Una felicidad nueva, llena de
huecos. Como si presintiera el final de la espera. Cuarenta años. Una vida
entera husmeando el mar, adivinando el humor de las aguas que se habían devorado
a su amor. A veces creía verlo en la espuma, se convencía de que aún podrían
devolvérselo. Entonces imaginaba cómo llegaría, cubierto de qué algas, amigo de
qué peces. ¿Vendría con su carita morena y sus músculos de hierro? ¿O llegaría
ajado por el mismo ser que le había robado a ella sus senos turgentes y sus blancos
dientes? Esos últimos días la loca sonreía feliz. ¿Acaso hubiera tenido mejor
casa que la playa dorada? ¿Acaso hubiera tenido mejor hombre que el que ella
misma se inventó con los retazos de aquel que se tragara el mar? El océano
había sido su amigo y a él se entregó en paz.
Inspirado
en: http://www.acceso365.com/0/vnc/index.vnc?id=tanto-espero-que-se-murio-la-loca-del-muelle-de-san-blas