Allanamiento
de
Bibiana Ricciardi
Nadie me
avisó del allanamiento. ¿Sabe usted dónde se está metiendo, muchachito? Me sorprende su coraje. Le digo
porque podría ser mi nieto. No se asuste,
sé que no lo es. Yo sí conozco muy bien a toda mi descendencia. ¿Qué hace? No van a pasar. No
necesito llamar a ningún abogado. No hace falta que
me muestre la orden de allanamiento, sabrá que hay cuestiones que la ley
no puede alumbrar. Su papel no sirve para nada. Soy una mujer mayor pero no me
dejo amilanar por cualquiera. Mírele la cara a los oficiales
que lo acompañan, ellos sí saben la locura que están
cometiendo. Tiemblan. ¿Ve? Ese fue el trabajo de mi
marido y los suyos. Desarrollaron su plan tan a conciencia que aún ahora, treinta años después, podrán tenerlos presos, pero aún les temen. Allanamiento. A ver si íbamos a pedir permiso para allanar un domicilio, nosotros.
Inspirado
en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-192951-2012-04-29.html