Implante
de Bibiana
Ricciardi
A la
noche su mamá le leía un cuento, antesala del sueño
que la sumergía en un letargo profundo y
reparador. Hasta que un día le llegó el turno al Patito
feo y nunca más pudo descansar. La historia
quedó eterna en su cabeza. Una
angustia previa, algo que estaba allí desde el principio y había olvidado. Algún dato que no había terminado de procesar. La familia preocupada acudió al doctor en busca de alguna solución científica para el insomnio
infantil. El profesional recomendó algunas estrategias a seguir,
pero desaconsejó el uso de drogas a tan
temprana edad. Nada fue suficiente. La pequeña
creció acostumbrada a la vigilia.
Utilizaba las noches para leer ya no cuentos, sino otro tipo de libros en los
que buscaba la clave que la ayudara a comprender quién era ella, que había sido concebida en la panza
de su mamá, pero con un óvulo ajeno.
Inspirado
en: http://www.infonews.com/2012/09/15/sociedad-38671-hay-que-promover-la-verdad-pedimos-conocer-al-donante.php