Unidad
de
Bibiana Ricciardi
Se puso zapatillas para caminar
con comodidad. Justo ella que no se bajaba de los tacos ni para ir al baño. Miró
con horror su imagen en el espejo. ¡Una enana! Con los años uno decrece. Pensó
en volver a los zapatos pero sabía que sería un error. Tendría que caminar
muchas cuadras. Toda la ciudad estaba cortada por las manifestaciones
vecinales. En el ascensor se cruzó con la del tercero al frente. Llevaba una
cacerola. Se alegraron de poder protestar juntas. Antes de llegar a la esquina
se les sumó la familia de planta baja al fondo que las habían visto pasar. En
unas cuadras se agregaron al grupo la doctora del cuarto, el encargado, el
taxista del primero, la señora del abogado y algún otro desconocido que
aprovechaba para no avanzar solo. Cuando llegaron a la plaza eran más de cincuenta
personas dispuestas a protestar por distintos motivos.
Inspirado
en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-203365-2012-09-14.html