Miradas
de
Bibiana Ricciardi
Cuando Esteban le pidió amistad
en Facebook, Mariana no dudó en aceptarlo. Podía recordar sus ojazos soñadores
como si los estuviera viendo. La señorita Liliana los había sentado juntos en cuarto
grado. Festejó su suerte en silencio. Le hubiera sido difícil acercarse al
chico sin esa ayuda externa. Era el goleador. El más divertido, el más canchero.
Era único. Sin embargo, la cercanía geográfica que proponía el mapa escolar, no
le alcanzó para conquistarlo. Ni siquiera para lograr su atención. El chico ni
la miraba. Un poste. Como si no estuviera. Ahora la
vida le ofrecía una revancha. La crisálida había devenido en mariposa. Sin
anteojos, sin brackets. Tomaron un café. Los ojos de Esteban ya no soñaban, medían.
Por lo menos la veía. Mariana entornó lo suyos, se dejó mirar. El hombre le
ordenó que los abriera y la siguiera. Mariana obedeció. Nunca más se la volvió
a ver.
Inspirado
en: http://www.infobae.com/notas/667068-Una-mujer-estuvo-20-dias-secuestrada-por-un-ex-companero-de-la-primaria.html