Colores
de Bibiana Ricciardi
La colombiana miraba a la venezolana con recelo. Le llevaba como tres centímetros, y tenía un cuello sorprendente. La diferencia de estatura estaba concentrada en esa parte de su anatomía. El cisne, consciente de su virtud, se había presentado siempre con el cabello recogido. Los jueces murmuraban entre sí, tan excitados que no podían esconder su favoritismo. La participante de Colombia, supo que ese año su país no renovaría el reinado. Resignada se imaginó dando notas a la prensa en el aeropuerto, festejando que el trofeo hubiera quedado igual en Latinoamérica. Pero cuando entró la asiática los miembros del jurado cambiaron el gesto. Incluían siempre alguna para demostrar cierta pluralidad pero se sabía que jamás ganan. Las negras tiene chance, las amarillas no. Por eso cuando finalmente osaron proclamar Miss Universo a la china, el cisne y la colombiana lloraron juntas por la afrenta. ¿Cómo explicarían en casa la derrota?
Inspirado en: noticia 18.8 ganadora Miss Universo