Subasta
de
Bibiana Ricciardi
"No
permitimos que cualquier parte o producto del cuerpo sean anunciados en
eBay", la mujer terminó de leer el mail y llamó indignada al departamento de atención al cliente. Las empresas tenían un tratamiento muy descuidado. Ponían a cualquier inepto a escribirle a los usuarios. No se
trataba sólo de vender sino también de mantenerse en el mercado. Y eso no se lograba con un
pasante sin experiencia. Estaban despidiendo a los profesionales con más experiencia para contratar este tipo de mano de obra
barata. "Parte o producto del cuerpo", cómo podían llamar así a su artículo. Por supuesto que jamás habría puesto en venta un fragmento
de su cuerpo, pero desde que la habían jubilado a la fuerza no creía ya necesitar su alma, y no veía qué había de malo en venderla para sumar algo de dinero a su magro
presupuesto. ¿Cómo podía alguien confundir alma y
cuerpo?
Inspirado
en: http://www.infonews.com/2012/07/09/sociedad-28884-vende-su-alma-en-internet.php