Carancho
de Bibiana Ricciardi
Llegó antes que las ambulancias del
Same. Tenía la oficina cerca. Un departamentito sombrío, capaz de mutar en
hogar con solo abrir el sofá. A las ocho en punto lo cerraba y se sentaba en la
computadora a trabajar. Buceaba por los diarios, sitios de noticias, webs
policiales, etcétera. Sobrevolaba rapaz la oscuridad urbana hasta encontrar
algún espacio donde hincar el diente. Esa mañana estaba cansado. Creyó merecer
un solaz antes del deber, y se entretuvo goloso en las imágenes provocativas
que le propuso internet. Pero antes de
que su mano llegara a la bragueta el sonido de la explosión lo devolvió a su
responsabilidad. Bajó por la escalera, caminó una cuadra en sentido de los
gritos y llegó a la estación. Un reguero de cuerpos, sangre y tragedia lo
esperaba. Se agachó sobre el primer cuerpo palpitante, extendió su tarjeta de
abogado, y comenzó una larga jornada de trabajo.
Inspirado en: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-188204-2012-02-23.html