Lluvia
de Bibiana Ricciardi
Un golpecito seco en el ventanal.
Alguna hoja que el jardinero no habrá levantado a tiempo. Otro más en la del
lateral. El castaño, tal vez. Habría viento fuerte, o lluvia. Deseó que no
fuera granizo, odiaba ver los canteros destrozados. Pensó en el auto, calculó
mentalmente la hora y supuso que el chofer no lo habría sacado aún. Y si no lo
guardaría y listo. Ese día no tenía pensado salir, ni siquiera se le ocurría a
dónde ir.
El golpeteo en los vidrios, techos y
patios era tan insistente que la mujer resolvió despertarse. Corrió el antifaz
que protegía sus ojos de la poca luz que dejaban pasar los pesados cortinados.
Espió desde la cama. Nada. Bajó un pie, el otro; descalza se arrastró hasta la
ventana. Medio dormida aún salió al balcón pisando crujientes cascarudos. Llovían bichos sobre su mansión. Su
cabello rubio se cubrió de insectos.
Inspirado en: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-188109-2012-02-22.html