Barro
de
Bibiana Ricciardi
En la parada de ómnibus hay mucho más
turistas que residentes. Viajeros de ojos rasgados munidos de pequeñas
camaritas de video. Suben con rapidez. Deben conseguir un asiento en el primer
piso, que les garantizará una vista panorámica acorde a sus expectativas. Entre
tantos foráneos se distinguen dos jóvenes de aspecto descuidado. A diferencia
del resto, hablan entre sí en inglés.
El chofer se detiene frente al Big Ben
provocando una avalancha de flashes. Una niña observa la torre coronada por el
reloj. Inclina su cabecita y dice algo. Sus padres sorprendidos inclinan
también sus cabezas. Ríen y repiten el mismo vocablo en voz elevada. Todos los
turistas inclinan ahora sus cabezas, vociferan y ríen.
--
¿De qué de ríen? -- pregunta uno de los jóvenes.
-- La
torre de mierda está torcida. Se está hundiendo en el barro.
--
¿La van a tirar?
--
No, se la van a vender a los chinos.
Inspirada
en: Perfil (22/1/12) - Sociedad -
"El Big Ben se hunde en el Támesis"