Rey de basto
de Bibiana
Ricciardi
-- Hola
princesita, qué linda sorpresa.
-- Tengo
treinta y cinco.
-- ¿Tantos?
Ahora sos toda una princesa.
-- Eso te pone
en el lugar del rey.
-- Tu rey,
sí.
-- El mío
no. El de las putas.
-- ¿Necesitás
algo?
-- Nada.
--Cuando llamás
a tu padre es porque necesitás plata.
-- No
necesito tu plata.
-- ¿Entonces?
¿A qué debo el honor de tu llamado?
-- Te llamo
porque tengo códigos.
-- Qué
sabrás de códigos, hija. Naciste en cuna de oro.
-- Nací en
cuna de oro bañada con sangre. ¿Cuántas chicas murieron para que yo pueda tener
todo?
-- Nadie
murió, exagerada. El oficio más viejo del mundo. Yo las cuido.
-- Te
denuncié, papá. Presenté todas las pruebas. Mi tesis. ¿No querías una doctora
en la familia?
-- Doctora
en pelotudez humana. Escondete, amor porque no vas a llegar a los treinta y
seis.
Inspirada
en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-185073-2012-01-09.html