No mataras
de Bibiana Ricciardi
El niño mamo las mieles de la violencia extrema. El dolor fue su nodriza,la pólvora su juguete. Enfrento a la muerte sin miedo, ni dolor. Aprendió las leyes del talión que dividen Oriente de Occidente. No temió a la justicia, ni a la mano del dictador. Las cosas son lo que deben ser. Con diez años fue casi adulto al participar de la algarabía general, el día que Ala permitió que los aviones justicieros se clavaran en el centro del alma de Occidente. Renovó su fe, entreno con mas ahínco su puntería asesina.
El pequeño se hizo hombre, el dictador se transformo en amenaza, y sus pares se dispusieron a combatirlo. Llegaron armas poderosas. Occidente aprobaba el nuevo curso de los acontecimientos. El niño-hombre calzo una gorra yanquee y asesino al tirano de un certero tiro. Extrajo el arma dorada del cadáver y desecho su pistola americana.
Inspirado en: http://www.perfil.com/contenidos/2011/10/20/noticia_0034.html