miércoles, 30 de abril de 2014

Doscientas palabras

Día 104
Miércoles 30-4-14

Instrucciones


Te parás frente al mar. No te sientes en la arena. No te distraigas con las aves, no mires la ola cuando se retira. Cuidado con permitir que los pequeños fragmentos de fondo marino distraigan tu atención. Vos debés permanecer atenta al mar. Atención con esto. El mar no puede ser visto. Por más que quieras no podrás mirarlo. No se deja. Como mucho podrás ver retazos. Por eso es importante que te concentres en cuál es el mar que vas a ver. Debe ser el que nos conviene a nosotros para nuestro objetivo. Por eso no te pierdas con sus estrategias de distracción (olas, espuma, animales marinos, aves, conchillas, caracoles). El mar que nos interesa es el de atrás. Esa porción oculta que se encuentra del otro lado del límite que marca el horizonte. Justo donde cielo y mar se confunden. Es probable que él esté allí. Si aún lo extrañás no dejes de seguir mis instrucciones.
Una última indicación. El viento puede ayudarte. Sobre todo cuando sopla tan fuerte que te seca las lágrimas. Te recomiendo que confíes en él con el mismo fervor que te indico que desconfíes del mar. El viento sana el mal de amor.