martes, 11 de febrero de 2014

Doscientas palabras diarias

Día 41
Martes 11-2-14

Calavera


No te puedo mantener encerrado en el placard toda la vida.
Es de cedro. Lo trajo mi padre cuando se vino de España, no lo vas a poder romper con tu cuchillito.
Vos te tranquilizás un poco, dejás que te baje un poco la droga y nos sentamos a hablar tranquilos. ¿Me oís, nene? Podrías ser mi nieto. Que te voy a decir: ¿señor? No.
No grites que no te entiendo nada. Mirá si será gruesa la madera que ni te oigo lo que decís. Tenés que hablar acá en la rejita ésta circular que tiene la puerta. ¿Ves? Le ponían estás ventanitas para qué no les entre humedad. No si antes las cosas se hacían bien.
Yo te estoy hablando por acá. Por eso me oís. Y por eso no te vas a morir ahogado, ahí te entra aire. Lo que sí te podés morir de hambre, o de sed. Porque por la rejita no te puedo pasar nada, y con lo enojado que estás yo no me ánimo a abrirte. Pará que pongo la oreja.
¡Y a mi que me importa! Te hubieras acordado antes de que le tenías miedo a la oscuridad. Ahora aguantarse. Calavera no chilla.

http://lanacion.com.ar/m2/1663952-en-dos-mese-arrestaron-a19--menores-implicados-en-homicidios