Carancho rompehueso
De
Bibiana Ricciardi
-- Pero hombre, usted ya estuvo acá.
-- ¿Yo? No, doctora. Primera vez.
-- Pero en la placa veo unas cuantas lesiones.
Todas iguales. Le vamos a hacer una plaquita en el otro brazo.
-- No, no me haga.
La mujer lo miró fijo, el hombre bajó la
cabeza.
-- Le voy a hacer la placa de brazo izquierdo,
y vuelve a verme. No hace falta que espere. Me toca la puerta y lo hago pasar.
-- ¿Me firma el certificado?
-- Cuando vuelva.
El hombre se retiró resignado, y regresó con la
radiografía que certificaba la existencia de otras dos fracturas previas en el
cúbito y en el radio del brazo izquierdo.
-- ¿Anda tomando mucho?
-- Que voy a tomar si apenas junto para comer.
-- Y entonces cómo se explica tanto golpe, don.
-- Accidente, doctora. Siniestro con
automóviles.
-- ¿Usted maneja?
-- Firme doctora. Tengo seis chicos. Qué voy a
hacer.
La mujer firmó, selló y entregó el certificado.
Inspirado
en: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-203097-2012-09-11.html