Pochoclo
de Bibiana Ricciardi
Entre
los estudiantes había un joven que soñaba con Hollywood. Mientras todos se
creían capaces de cambiar la historia del cine haciendo películas profundas, él
sólo imaginaba thrillers que sus compañeros defenestraban sistemáticamente. La
oveja negra del grupo. Lo llamaban el pochoclero porque su cabeza sólo podía
pensar en productos taquilleros. Como si el dinero fuera menos importante que
la gloria. El muchacho sufría la incomprensión en silencio. Soportaba y
agradecía las críticas sesudas de sus pares a cada uno de sus cortos. Anotaba
puntillosamente en su libreta hasta el comentario más banal apostando a que a
la larga su cine ganaría. Y ganó. Hoy sus películas son traducidas a varios
idiomas, y vistas por millones de personas en todo el mundo, pese a las particulares
condiciones que exige (en las salas donde se exhibe cada uno de sus nuevos filmes
está prohibida la venta de pochoclo) para cada función.
Inspirado en: http://www.infobae.com/notas/658849-Por-las-trabas-en-la-importacion-podria-faltar-pochoclo-en-los-cines.html