Credo
de Bibiana
Ricciardi
Repitan conmigo: "soy múltiple y
permito la independencia de mis partículas". Seres simétricos, plurales,
inconmensurables, recordemos siempre el credo que nos constituye desde el año
uno después de Higgs. Porque de él depende nuestro equilibrio. Porque conocemos
nuestra composición permitimos la independencia de las partículas que sostienen
nuestros conjuntos. Y no sólo la de cada una de ellas, sino también las de sus
dobles simétricos. La supervivencia de cada entidad depende de nuestra
capacidad de mantenernos alejado del concepto de unicidad. No debemos olvidar
nunca que la tentación está cerca. Somos herederos de aquellos que se creían
individuos, un concepto complicado de dimensionar desde nuestra era, pero que dominó anteriores
civilizaciones durante siglos. Todos nosotros criaturas plurales, hijas de
Higgs conocemos la importancia de repetir la liturgia, el culto a Higgs conlleva
el compromiso de renovar el reconocimiento de la multiplicidad domingo a
domingo. Hermanos, hermanas, podéis iros en paz.