Camionero
de Bibiana Ricciardi
El
hombre maneja un camión todo el día. Un trabajo sacrificado. Horas sobre el
volante. Música, voces ajenas en la radio. Conoce más a los conductores de sus
programas favoritos, que a sus hijos. Ha tenido más sexo ocasional con amigas
de la ruta que con su propia esposa. Igual prefiere. No a las putas. O sí,
también. Pero no solo por eso. La gente
piensa que lo mejor del camión son las minas, o los travas. Idea fija, mente
corta. Ahí arriba el tipo tiene tiempo para pensar. Ese es el punto. Los
minutos corren más lento. Es el tema de la relación entre el tiempo y el
espacio. El tiempo se multiplica, la teoría de la relatividad. Los minutos
dejan de ser exactos sesenta segundos, porque se potencian con los kilómetros recorridos,
y sucede la magia. Por algo el tablero el reloj está justo al lado del
cuentakilómetros.