Mundo
global
de Bibiana Ricciardi
Al
finalizar su jornada laboral Jonathan camina diecisiete cuadras para volver a
su casa. Su horario es de veintidós a seis. Sale de noche la mayor parte de
año. Trabaja en un call center, atiende las llamadas de protesta de los
clientes taiwaneses de la empresa que lo emplea. Sentado en su computadora, parapetado
detrás de sus auriculares con micrófono incorporado, resiste sin problema la
violencia verbal de sus contrincantes. El objetivo es aguantar. Como en una hot
line. El desafío es mantener la mayor cantidad de tiempo al taiwanés del otro
lado de la línea. No se trata de brindar
soluciones sino de escuchar, de resistir el embate. Jonathan es bueno en eso
pero queda muy cargado. Por eso la caminata es fundamental. Cuando por fin llega
al departamento no se acuesta. Enciende la consola de juegos, y desborda todo
el odio contenido en sus compañeras de juego ocasional.
Inspirado en: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/06/120604_videojuegos_acoso_sexual_mujeres_med.shtml