Educación extrema
de
Bibiana Ricciardi
Ahora que madre murió querría morir también.
Ella me había prometido que me acompañaría siempre, y yo confiaba en que jamás
faltaría a su palabra. Era una persona recta, buena, verdadero ejemplo de vida.
Yo soñaba con ser así: tan inteligente y tan capaz como para satisfacer cada
una de sus expectativas. Ella esperaba mucho de mí porque había invertido sus
mejores años en mi educación personalizada. No había lugar para sorpresas desagradables
porque ella me había mantenido siempre encerrado, alejado del mal. De su mano
leí lo mejor de la literatura rusa: Tolstoi, Chejov, Dostoievsky. ¿Quién podría
enseñarme mejor que ellos sobre la vida? Lo que jamás imaginé es que madre
moriría antes de cumplir con su objetivo de transformarme en un hombre de bien.
Ahora, que tengo treinta tres y ella yace en su cama, yo ni siquiera sé cómo
hacer para evitar que su cuerpo se pudra.
Inspirado
en: http://www.infonews.com/2012/05/20/sociedad-22427-la-madre-lo-mantuvo-encerrado-hijo-durante-mas-de-30-anos.php