viernes, 11 de mayo de 2012

Día 228 (11.5.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Diferente
de Bibiana Ricciardi
                Conocí  al padre de mi hijo en una hamburguesería. En aquel tiempo, antes de la ley permisiva, todavía no habían cambiado los mobiliarios. Por lo tanto Esteban usaba dos sillas. Como casi todos los presentes, pero algunos apenas si las llenaban. Mi hombre, en cambio, las desbordaba. Todas lo mirábamos pero él me miró a mí. Sus ojitos brillaron en esa carota gigante y supe que no podría resistirme. Para la boda me sometí a una dieta que me permitió ganar los kilos que ameritaba la ocasión. Desde entonces he ido ganando peso paulatinamente hasta estar a la altura del hombre que me acompaña. Mi marido y yo éramos felices, sólo deseábamos un hijo, pero no estábamos preparados para la llegada de un niño así. Los doctores nos explicaron que hay muchas familias en nuestra situación, sin embargo nosotros no hemos visto nunca un chico tan delgado como nuestro Máximo.

Inspirado en: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/05/11/codigosalud/1336727465.html