jueves, 10 de mayo de 2012

Día 227 (10.5.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


Paz eterna
de Bibiana Ricciardi
                El día de mi cumpleaños reuní a la familia más cercana: hijos, nietos, algunos bisnietos, y dos tataranietos.  A mis choznos no pude contactarlos. Son niños de unos cincuenta años ya, pero no hay modo de despegarlos de sus juegos virtuales. Me preocupaba mi descendencia, a su edad yo ya estaba terminando el secundario. Entendía que no era bueno apurar a los pequeños, o hablarles del paso del tiempo.  Sin embargo mi cuerpo daba algunos signos claros de desgaste. No era anciano, pero sí mayor. Seguía corriendo mis diez kilómetros diarios, pero comenzaba a preguntarme para qué lo hacía. Soy un tipo educado, y sé que es poco cortés mencionar la finitud frente a los jóvenes. No lo hice, sólo quise explicarles mi deseo de hacer uso de mis derechos constitucionales. No me dejaron hablar, me sedaron, y me trajeron a esta guardería para ancianos que se niegan a vivir.