In
bocca al lupo
de
Bibiana Ricciardi
Los teatros de ópera se asemejan bastante entre
sí. Una pared de palcos que ondea y se eleva justo donde se abisma el escenario.
Precipicio y montaña, ambas cosas a la
vez. La cresta de la ola dispuesta a
engullirlo. Una marea de butacas ondulantes que lo arrastra al fondo del océano
para escupirlo sano y salvo después de cada función. Como Prometeo, el tenor también está encadenado
a la repetición eterna de un mismo suplicio. De noche el miedo le come las
entrañas que por la mañana vuelven a crecer, permitiendo de este modo volver a
ser devoradas una y otra vez. No se resiste. Su voz navega entregada a la furia
del embravecido mar. Sin ese pavor no podría cantar. Es el antiguo recuerdo del
bombardeo, la balsa y la ola a punto de tragarlos, el que templa sus cuerdas transformándolas
en un instrumento exquisito de tonalidades únicas.
Inspirado
en: http://www.lanacion.com.ar/1468700-sobrevivir-al-hundimiento-del-belgrano-el-relato-en-primera-persona