La madre que te parió
de
Bibiana Ricciardi
La joven festejaba su cumpleaños según la fecha
consignada en su partida de defunción. Una decisión tomada en soledad, tiempo
después de alejarse de su madre. Todavía no había adquirido la mayoría de edad,
pero el informe psiquiátrico convenció a los jueces de la importancia de su emancipación
adelantada. La medida le había permitido también cambiar el nombre Milagros --según
consignaba su tardía partida de nacimiento-- por el de Abigail -- propio del
temprano certificado de muerte--. Debía volver a sus horas de cadáver, de bebita
diminuta congelada dentro de un cajón. Muerta y feliz al abrigo del más
absoluto abandono. Pero ella no quiso permitírselo, con obstinación la rescató
de las tinieblas. Se enfrentó con descaro al misterio de la vida y la parió dos
veces. Había crecido agradeciendo la percepción
materna que la había resucitado de entre los muertos. ¿Quién puede soportar a una madre acreedora de
dos vidas?