lunes, 9 de abril de 2012

Día 195 (8.4.12) – Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)


El viejo oficio
de Bibiana Ricciardi
A media mañana le daba un sueño de elefante. O de elefanta. Como si el paquidermo y su hembra se le colgaran ambos de los párpados. Se tiraba un ratito en el sillón del living. Le gustaba empollar. Estaba cursando su sexto embarazo subrogado. La ley no permitía más que dos. Qué manía la de los jueces de meterse en todo. Si el vientre era de ella, qué les importaba. La abogada decía que era para evitar que se transformara en un negocio. ¿Y qué tenía de malo que lo fuera? Ella trabajaba con su cuerpo y cobraba por hacerlo, por más que no estuviera permitido. Como las putas. De hecho era la más cara, y jamás le faltaban clientes. Tenía un ADN envidiable que exhibía con orgullo a los solicitantes. Muchos de sus clientes no hubieran podido jamás gestar un producto de la calidad del que ella les brindaba.