viernes, 6 de abril de 2012

Día 193 (6.4.12) Proyecto 150 (palabras) x 365 (días)



           
Herencia
de Bibiana Ricciardi
Cierta vez un hombre soñó que podía cambiar el mundo. Miró sus manos y las creyó tan fuertes como para emprender la titánica tarea. Trabajó con denuedo por mejorar la calidad de vida de los desposeídos, por superar la inequidad, por redistribuir los bienes de modo tal que a nadie le falte lo indispensable. Tenía claros sus objetivos, y peleó sin  tregua por alcanzarlos.  De a poco el sueño comenzó a parecer realidad. Algunas cosas empezaron a mutar. La gente siguió con veneración al hombre que había hecho posible el cambio. Acompañado por su pueblo el hombre se sintió invencible. Pero un día despertó dolorido. Los médicos le comunicaron que su cuerpo no era tan fuerte, y que en el esfuerzo se le había ido la vida. El hombre aterrado lloró y suplicó a su dios por un poco más de vida. Necesitaba corregir el error de haberse creído único.

Inspirado en: La Nación 6/4 – “Chávez lloró y le pidió a Dios: ´No me lleves todavía’