Fortuna
de Bibiana Ricciardi
Wu Ying sabía como hacer girar la
rueda de la fortuna, como evitar la pobreza predestinada: sin ningún tipo de
escrúpulo. La hija de un granjero no podría hacerlo si tuviera algún prurito.
Con el dinero como norte abandonó la escuela secundaria. No se gana plata
estudiando. Su tía fue el primer escalón. Cómo negarse a la necesidad laboral
de la sobrina. La chica pisó esa primera cabeza con dolor. Ella quería a su tía,
pero estaba obligada a torcer voluntades si pretendía lograr el objetivo. A partir de allí fue más fácil. La gente era
incauta, necesitaba que le mientan, deseaban creer que podían escapar de pobres.
Ella los hizo feliz mientras pudo mantener la ilusión. Pero el globo se pinchó.
La estafadora fue cazada y procesada. En China un fraude de ese calibre se paga,
pero el descaro de torcer el destino se paga con la vida misma.
Inspirado en: La Nación (28/1/12) – Internacional
“China: ira popular por la condena a muerte a una millonaria”