21 de diciembre
de Bibiana Ricciardi
El
viernes durmieron hasta las diez. Habían
vuelto tarde. Vieron la renuncia del presidente encerrados en el local de
hamburguesas. Nadie se animaba a salir a la calle. Los disturbios
continuaban y los muertos superaban las tres
decenas. Quién lo hubiera podido
imaginar. El televisor escupía una sucesión de imágenes inverosímiles.
Por la
mañana el televisor todavía repetía las tomas del helicóptero presidencial huyendo.
El tipo se mandaba a mudar. Un país de mentira. Lo mejor era irse. Ellos
también se irían, pero del país. Tenían amigos en Barcelona. España era un país
en serio. Alberto dudó un instante pensando en lo cerca que estaba Racing de
salir campeón por primera vez en treinta y cinco años. Pero se consoló pensando
en el Barcelona que acostumbra ganar mucho más a menudo.
Inspirado en: http://edant.clarin.com/diario/2001/12/21/index_diario.html