Homilía
de Bibiana
Ricciardi
Las ratas abandonan los barcos antes de que se hundan.
Por eso andan hurgando en el espacio. Manga de reptiles. En vez de concentrarse
en si mismos. Porque la tierra somos cada uno de nosotros. El hombre es parte
indisoluble del planeta. Único. Hecho a imagen y semejanza del ser divino.
Irrepetible. El infinito es tal justamente porque existe la raza humana para
constatarlo. Difícilmente podría algo considerarse indimensionable si no
hubiera un ser que percibiera esa falta
de límites. Lo triste es que en lugar de concentrarse en su propia unicidad,
desgastan su energía en buscar otros. Como si no pudieran constituirse como individuos,
sin un semejante con el cual compararse. El hombre es. La tierra es. No
necesita encontrar un doble quien es único. Somos hijos de Dios que nos dio a
la tierra, nuestra única morada. ¿Para qué buscar planetas similares? Ratas.
Cuiden el planeta, no huyan.
Inspirado
en: http://www.infobae.com/notas/620716-Descubren-un-planeta-que-podria-ser-habitable.html