martes, 18 de octubre de 2011

Proyecto 150 x 365: día 22 (18/10/11)


El nido
de Bibiana Ricciardi

Había sido un sistema muy polémico. Para Anna era incomprensible tanta resistencia. No estaría viva si no fuera gracias al Nido. Por entonces no existía la empresa Nido, que hoy los distribuye en todo el mundo. Siempre comenzaba sus conferencias con el mismo chiste: a ella el Nido le había dado dos veces la vida. La primera cuando su madre biológica la depositó en uno de esos buzones, ubicado en la esquina de un hospital austríaco, una fría noche de 2001. Y la segunda, treinta años después, cuando la compañía Nido la convocó para difundir las bondades del artilugio. Sus oyentes solían preocuparse por los pasos legales que le permitían a la mamá asegurarse la identidad del bebé abandonado, para poder rastrearlo en caso de arrepentirse. Ella explicaba cada detalle.
Anna no tenía hijos. Era muy nómade para criar niños. El eterno movimiento le garantizaba que su madre jamás pudiera encontrarla.