Día 222 (1.5.12)
Maratón
Salió
de la oficina sin mirar hacia atrás. Treinta y siete años que cabían en una
caja de zapatos. Zapatillas, en verdad. Talle cuarenta y cinco, eso sí.
Grandecitas. Se las había comprado la mujer de regalo por la jubilación.
-- ¿Me mandás a jugar a las bochas?
No se pudo contener. ¿Cómo le va a regalar
zapatillas? Era sorprendente lo poco que lo conocía. Le dijo que el deporte era
un buen sustituto del trabajo. Claro, para ella, que su único trabajo había
sido ir a la peluquería todos los viernes. Se imaginó cómo sería compartir la
casa a diario con esa mujer desconocida. Se le ocurrió que la longevidad
marital se relacionaba con la estabilidad laboral. ¿Quién podría permanecer
treinta años junto a una persona si tuviera que verla realmente todos los días?
Entonces dejo la caja en el suelo, se colocó las zapatillas y comenzó a correr.
Inspirado en: 1 de mayo – Día del trabajador (no se publican diarios)