Más que mil palabras
de
Bibiana Ricciardi
Los cuatro jóvenes, que habían sido vecinos en
su infancia, crecieron compartiendo el suceso que cambió el curso de sus vidas.
Por aquel entonces, cuando eran sólo unos pequeños niños despreocupados, jugaban a la pelota en el potrero de la
esquina, cuando un hombre los interrumpió. Era un blanco extranjero. Hablaba
raro. Sacó unos paquetes con regalos que ellos aceptaron gustosos. Estaban
acostumbrados a andar descalzos, pero esas medias podrían servirles en alguna
oportunidad. Eran gruesas, de algodón, y llevaban la leyenda “Clarín miente”,
que en ese momento no supieron comprender. El señor les indicó por señas que
debían sacarse una foto. ¡Jamás imaginaron el modo en el que se transformarían
sus destinos a partir de esa simple fotografía! Desde entonces se juntan todos
los dieciocho de mayo, para recordar el día en que sus caritas sonrientes salieron
en el importante matutino Clarín, del país del que provenía aquel señor.