Gallinero
de
Bibiana Ricciardi
Cuando estoy ahí arriba no soy yo. Por eso
cuando el tipo me vino a hablar con el grabadorcito no le presté atención.
Había llegado medio tarde y ya estaba todo lleno. Voy sabiendo que me tengo que
comer todo el partido de parado, pero si llego temprano puedo ubicarme adelante,
y ver lo que pasa en la cancha, por lo menos. Ojo, a mí me alcanza con oír.
Cierro los ojos y me dejo llevar por el sonido. La cuestión es que el gringo
este se me acercó a hacer preguntas. Quería saber por qué estaba con la remera de
boca en la Ópera. Yo le expliqué que venía de la cancha y justo empezó la
función. Me perdí detrás de la soprano. Cantaba Nélida Hoffmann. Cuando terminó
lo busqué para decirle que borrara todo pero no lo encontré. No me animé nunca
más a volver a la doce.