Estrategias
de
Bibiana Ricciardi
Había
sido su mano desde el más allá. Su típico humor negro. Justo cuando ya se
quedaba sin herramientas para controlar al sindicalista desairado. Le agarró
tal ataque de risa que no podía hablar. Una idea brillante. Con el fantasma de
Evita atravesando a todo el movimiento peronista. ¿Acaso alguien podía olvidar
esa imagen desfalleciente? Los puntos le tiraban pero no lograba parar. La risa
la devolvía al mundo de los vivos. El médico la llamó al orden: que finalmente
lo suyo no fuera cáncer no significaba que no hubiera sufrido una operación de
garganta pocos días atrás. Ella levantó
los ojos al cielo y envió un guiño cómplice a su marido muerto el año anterior.
Entonces entró la hija:
-- Te
reís, qué bueno. Yo me lo había creído.
--
Fue un error médico, hija.
-- No
necesitabas engañarme a mí también.
La
Presidenta dejó de reír:
--
¿Me creés capaz de fingir un cáncer?
Inspirado
en: http://www.clarin.com/politica/error-diagnostico-Presidenta-cancer_0_623937658.html