Figura para armar
de Bibiana Ricciardi
Apagó el despertador. Apenas si
había logrado dormir unos pocos minutos. Inspiró profundo, se tomó unos
segundos antes de levantarse. La cama aún le quedaba grande. Tan sola. La mitad
del país la había elegido. La primera mujer en gozar del privilegio. Tan lejos.
¿Cómo había sucedido? En camisón, con lagañas, arrugas y ausencias intentó desandar
los pasos que la habían llevado hasta la segunda presidencia. ¿Había sido él?
Él, que la arrastró para después dejarse llevar. Él, que se permitió morir
antes de tiempo. Él, que conocía el coraje de la viuda. ¿Había sido ella? Ella,
que soñó con la cima y llegó a la luna. Ella, que prefería la compañía de su recuerdo
en la cama matrimonial, antes que la soledad de la multitud palpitante. Ella,
que se levantaba ahora pese a todo, recogía sus propios despojos, y volvía a armar
frente al espejo la figura del poder.
Inspirado en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-183091-2011-12-10.html