Actriz 1 (unos 40 años), Actriz 2 (unos 50 años) y Actriz 3 (unos 20) entran desde bambalinas al escenario vacío, sin escenografía. Vienen de la calle. Afuera está anocheciendo y el lugar despojado está semi oscuro. Mientras hablan van prendiendo las luces de bombita común, o lámparas.
ACTRIZ 3: Nadie. Te lo dije. ¿Qué hora es?
ACTRIZ 2: Y cuarto, mínimo.
ACTRIZ 1: (mirando el reloj) Siete y cinco. No es para tanto. No exageres.
A 2: No exagero, pero hay desgano, viste. Ya el año pasado costó juntarnos, imaginate este.
A 1: Ni el director.
A 3: ¿Y para qué va venir temprano, pobre? Para esperar sentado…
A 1: Y si tiene que esperar, que espere. Él tiene que poner orden.
A 3: No puede. El director no está para esperar sentado a que lleguen los actores.
A2 y A1 intercambian miradas suspicaces.
A 2: (Risueña) Ya lo estamos defendiendo desde temprano…
A 3: Yo no lo defiendo. Pero tenemos que cuidarlo. Es un lujo tener un director como el nuestro.
A 1: (Siguiendo en tono de broma) Lujo el de él. ¡Qué actores! Un elencazo.
A 3: Pobre. Bastante tiene que lidiar con inexpertos como nosotros…
A 2: Inexpertos no, actores vocacionales…
A 1: Elenco vecinal, se dice. Teatro comunitario. Actores vecinos… O vecinos actores, según se prefiera.
A 2: ¿Y la obra?
A 1: ¿Cuál?
A 2: La de este año.
A 1: No tenemos obra este año.
A 2: Por ahí nos trae una sorpresa…
A 1: Imposible.
A 2: Imposible, no. Hay millones de buenas obras
A 1: Por eso mismo es difícil.
A 2: Es cuestión de buscar nomás. En Tres cruces hay buenas bibliotecas.
A 3: Pasa que algunos integrantes del elenco…
A 1: (Burlándose) ¿Elenco? Y dale con elenco. Apenas si somos un grupo de teatro vecinal.
A 3: Algunos de los integrantes del “grupo” preferían una obra local.
A 1: ¿Local? ¿De acá?
No hay.
A 3: Eso mismo dijo el dire.
A 2: ¿Y vos como sabés tanto? ¿Hablaste con él?
A 3: ¿Quién yo?
No.
¿Cuándo? Si yo no voy nunca para allá.
A 1: Pero tenés teléfono.
A 3: No lo voy a molestar. Ni loca. ¿Te imaginás?
A 2: (Riendo) No, no me imagino. Entonces quién te dijo lo de la obra de alguien de acá.
A 1: No hay autores locales. ¿A quién se le ocurrió semejante idea?
A 2: A Osvaldo Garmendia, seguro.
A 1: Claro, capaz que cree que si el da la orden alcanza para que aparezca un autor.
A 3: Y por ahí quien te dice…
Las actrices se han ido sentando en algún lugar improvisado. Mientras hablan giran constantemente la cabeza hacia la puerta de entrada del salón, ubicada detrás de la platea.
A 2: Capaz que no puedo venir.
A 1: ¿Quién? ¿Osvaldo Garmendia?
A 2: No, ese viene seguro. Parece que lo mandaron a hacer teatro para tener mejor llegada a la gente.
A 1: (Riendo) Estos políticos… No lo puedo creer.
A 3: ¿Qué tiene que ver?
A 2: A muchos políticos los entrenan en el teatro, no creas. Debés haber votado unos cuantos de esos…
A 3: Raro que el director lo haya aceptado…
A 2: Raro, no. Con una buena cosecha Garmendia nos puede donar una sala teatral.
A 1 ¿Te imaginás? ¡Qué bueno sería!
A 3: O conseguir el apoyo del gobernador para que hagan un Centro Cultural.
A 2: Ahí si, ¿eh? Elenco teatral. Nada de vecinos. Yo me subo a un escenario de verdad y me transforma en actriz de verdad en dos segundos.
Las tres ríen y se quedan ensimismadas unos minutos.
A 1: Ya me parecía raro que un Garmendia se interese por algo que no sea la soja.
A 2: ¿Ha visto? Yo también me sorprendí. Por eso hice mis averiguaciones.
A 3: ¿Y quién te contó?
A 2: Se dice el pecado pero no el pecador…
A 1: Bueno, no es una adivinanza tan difícil… Vos ahí en la peluquería…
A 2: (Enojada) ¿Me estás tratando de chusma?
A 1 y A 3 ríen e intercambian una mirada cómplice.
A 2: Eso sí que no, ¿eh? No sean injustas. Justo yo. Nunca una palabra a nadie. Y mirá que escucho eh… El sillón de la peluquería parece un confesionario. Pero yo, nunca una palabra a nadie. Faltaba más. Chusma es el que lleva y trae. Y eso conmigo no va…
A 1: Bueno, no te enojes. Era un chiste.
A 2: Hay temas con los que prefiero no hacer bromas. Porque acá, viste, te ponen el San Benito y…
A 3: (Interrumpiendo) Hubiera avisado. Si no venía hubiera avisado.
A 1: ¿Quién?
A 3: ¡El dire! De quién estamos hablando…
A 1: (De nuevo burlona) Nosotras, no sé. Pero vos parece que no podés hablar de otra cosa…
A 3: (Avergonzada) Tengo muchas ganas de empezar.
A 1: Paciencia. Ya va a llegar. Parece que no pero son 80 kilómetros. Hay que venirse todas las semanas, a ésta hora…
A 3: Es verdad, venirse hasta acá...
A 2: Él es de acá.
A 1: Pero se fue.
A 2: Qué se va a ir. Tiene a toda su familia acá.
A 1: Pero vive allá.
A 2: Allá tiene más oportunidades… Acá, en lo suyo…
A 3: Pero gracias a él tenemos elenco teatral.
A 1: (Riendo) Elenco ve-ci-nal, lo de teatral todavía está por verse.
Un ruido fuera del escenario las interrumpe. Las tres miran expectantes hacia la puerta de entrada de la calle, detrás de la platea. Pero AB entra por el costado. Viene cansado, arrastrando los pies.